Comunicación política

La comunicación del nuevo govern

La comunicación del nuevo govern

En medio de la locura informativa de la moción de censura del gobierno de Rajoy que culmina mañana (u hoy mismo si el presidente dimite), se comienzan a mover las cosas en Cataluña y, según informa PR Noticias, con un gobierno en la sombra plagado de Dircoms.

Dicho medio señala a Jaume Clotet, Josep Rius, Joan Maria Piqué y Pere Cardús, todos ellos con amplia experiencia en medios, además de una probada trayectoria en la definición de la estrategia e implantación de la comunicación política de los últimos gobiernos catalanes.

Persiste la lucha en la comunicación

Aunque la nueva etapa que se ha abierto con el govern, sin consellers en la cárcel o fuera de España, puede generar una tibia esperanza de la normalización de la situación, lo que es verdad es que estos directores de comunicación han mostrado una astucia dialéctica en la lucha que se libra en distintos escenarios y que recogen los medios, tanto nacionales como internacionales.

Lo que parece claro es que, mientras se mantengan los mismos ingredientes que han degenerado en la situación actual, el discurso del nuevo govern mantendrá los mismos mensajes clave que han venido utilizando desde la convocatoria del 1-O.

¿Quiénes serán los más adecuados en el posible cambio del discurso de los independentistas que quienes los crearon?
— Octavio Rojas

No sería de extrañar que los golpes de efecto (los carteles en inglés en las manifestaciones previas e inmediatamente posteriores al 1-O, las "cárceles" en las plazas de los pueblos catalanes, hasta las cruces amarillas en las playas) hayan surgido de las mentes de alguno de estos expertos en comunicación.  

Ellos saben que para mantener viva la contestación había que tirar de elementos visuales que fueran provocadores buscando la contestación de los no independentistas y con elementos que generaran empatía entre los independentistas.   

Un discurso efectista que se ha demostrado también eficaz frente a la comunicación tradicional del gobierno central, y del lado independentista, aunque Tabarnia y la Sociedad Civil Catalana han hecho grandes esfuerzos, aunque con discretos resultados.

Relaciones públicas: La verdad y la mentira en las elecciones norteamericanas

Hillary Clinton abandona indispuesta la ceremonia del 15º Aniversario del 11-S en Nueva York y se tambalea antes de entrar a un coche.

La campaña electoral norteamericana parece que va, como nunca antes, de la verdad y la mentira de sus candidatos.

Que los políticos mienten, por desgracia, no es algo que resulte especialmente sorprendente en ninguna parte del mundo.

La novedad ahora es que Donald Trump falta a la verdad de manera recurrente y descarada, pero es Hillary Clinton quien está siendo percibida como una política mentirosa.

En la web Politifact, se realiza un chequeo continuo de las declaraciones de los políticos y la relación que guardan con la verdad.

Mientras el 71% de las declaraciones de Donald Trump son, según sus clasificaciones, Mayormente Falsas, Claramente Falsas o Descaradamente Falsas, en el caso de Hillary Clinton las que pueden catalogarse de esta forma apenas son el 28%.

Sin embargo, parece que el temperamento y la forma de ser del candidato republicano es visto más como una virtud por un gran porcentaje de sus posibles votantes, a quienes la demócrata les llamó una "panda de deplorables".

Los "mentirosos" Donald Trump y Hillary Clinton

Los "mentirosos" Donald Trump y Hillary Clinton

La indisposición y posible desmayo de Hillary Clinton al abandonar la ceremonia del 15º de los atentados del 11-S  y sus accesos de tos en diferentes ocasiones ha puesto la atención en su salud apenas una semana después de que el médico que emitió una especie de certificado sobre la salud de Donald Trump admitiera que pasó poco tiempo con el candidato como para hacer una valoración certera sobre la real condición del republicano.

Hay candidatos que son así.  Son candidatos teflón y cualquier cosa potencialmente negativa que les ocurre  no les hace apenas daño y, en cambio, situaciones parecidas para sus oponentes significa enfrentarse a mayúsculas crisis en las que incluso pueden llevarles a la derrota o a la irrelevancia, como se demostró en las primarias del Partido Republicano en las que finalmente Trump salió victorioso.

¿Hillary tiene Alzheimer?

¿Donald sabe que difícilmente podrá cumplir sus principales propuestas?  

Parece que ya no se trata de la verdad y de la mentira, lo que en estas elecciones norteamericanas está teniendo mayor importancia es sobre lo que "puede parecer verdad", sobre todo por quien lo dice.

Y esto, en Relaciones Públicas y Comunicación, puede abrir un nuevo (y terrible) territorio inexplorado, en el que los populistas o los populares pueden acabar ganando elecciones para dirigir las vidas de millones de personas.  Y eso claramente está mal. 

Relaciones Públicas: Los discursos de los candidatos "improbables"

Ivana Trump, ¿la próxima primera dama de EEUU?

Ivana Trump, ¿la próxima primera dama de EEUU?

Hay un chiste que recorre los mentideros políticos norteamericanos que dice:

Michelle Obama es la única que ha tenido discursos en las Convenciones Demócrata y Republicana.

Llevábamos tiempo escuchando que la política se había vuelto un espectáculo para la televisión y que estaba siendo dominada por los gurús de la comunicación y el marketing político.  Sin embargo, hay tres abuelos que han competido a cara de perro por las nominaciones presidenciales de los dos grandes partidos norteamericanos: Hillary Clinton, Bernie Sanders y Donald Trump.

Y para más inri, hay una mujer entre ellos con serias posibilidades de convertirse en presidenta. (No, no es la de la foto.  Es la mujer del candidato Trump, quien ha copiado extractos del discurso de la esposa de Obama).

Es decir, en ningún caso se trata de candidatos "florero", de personajes sin sustancia, que se mueven más por el vaivén de las encuestas que por ideas, planes y programas planificadas por un equipo.   Es más, hay uno que es políticamente incorrecto, una mujer que dicen que es poco carismática y un tercero que se ha llamado a sí mismo "socialista" cuando en EEUU ser "liberal" (algo así como socialdemócrata en Europa) era sinónimo de algo malo.

Pero son sus discursos, el modelo de país que exponen, sus promesas (posibles o no, criticables o no), las que están moviendo al electorado.

Si en España todos los sondeos erraron en sus predicciones sobre los resultados de las pasadas elecciones y aún pasan los días en los que aún se intenta explicar lo sucedido, en EEUU el mundo asiste sorprendido a la lucha de una serie de candidatos improbables en unas elecciones en las que pocos esperaban que por lo menos dos de ellos llegaran hasta aquí.

Hillary Clinton, Donald Trump y Bernie Sanders

Hillary Clinton, Donald Trump y Bernie Sanders

Y es que las palabras, las ideas, la confrontación dialéctica... siguen importando.  

Las relaciones públicas, un buen discurso, las campañas de "grassroots" correctamente planteadas y llevadas a cabo parece que está funcionando mejor que las ocurrencias de moda.

El big data es una gran herramienta, las redes sociales ayudan a impactar, pero parece que el fondo, las ideas, el discurso seduce, convence, moviliza.