PIPA y Sinde hasta en la SOPA

La pasada semana se desató la tormenta, y no nos referimos a que Pippa ¿la hermanísima¿ luciese un nuevo modelito, sino al PIPA Bill Äì Preventing Real Online Threats to Economic Creativity and Theft of Intellectual Property Act of 2011-, a nuestra Ley Sinde y a la SOPA que las mezcla y las une.SOPA o Stop Oline Piracy Act es una ley que permite al Fiscal General de Estados Unidos tomar represalias contra, o cerrar páginas que se ¿considere que están dedicadas¿ a infringir los derechos de copyright. Empresas locales en EEUU, incluidos buscadores y registradores de dominios, pueden ser obligados a bloquear el acceso a los sitios infractores. PIPA persigue los mismos fines, pero la redacción en este caso se la debemos al Senado de ese país. Poco ha importado que la mayoría de los representantes del Congreso estén en contra de aprobar la citada ley (122 frente a los 63 que la apoyan), la madrugada del viernes 20 de enero el FBI cerró la página de intercambio de archivos Megaupload, reteniendo los documentos personales de alrededor de 150 millones de usuarios. ¿Qué es de la libertad de información y el derecho a la privacidad o protección de datos de todos esos usuarios? ¿Qué se piensa en España, donde estamos sumamente concienciados con ¿el dato¿, de esto? ¿Quiénes son los principales interesados de poner barreras a la red mundial de información más importante que existe? ¿Qué pasa con todo esto cuando las férreas barreras del copyright se levantan? ¿Qué poderosos lobbies están detrás? Juan Luís Sánchez, de Periodismo Humano ofreció un ejemplo muy bueno en su post ¿Sony gestiona los sueños de Marin Luther King¿,donde muestra como el deseo de ¿hacer caja¿ acapara y bloquea el conocimiento y difusión de uno de los documentos más importantes del siglo XX sobre derechos humanos, poniéndolo sólo a disposición de los que puedan permitirse pagar por ello. Quienes no quieran o no lo puedan pagar, que se queden sumidos en la ignorancia. Es justo que los creadores reciban remuneración por sus obras, nadie puede vivir sólo del aire, pero los ciudadanos también deben garantizar su acceso a la cultura sin filtros y en libertad. A este respecto Carlos Sánchez Almeida escribió un post my interesante en el blog de El Mundo el mismo 20 de enero. ¿Deberíamos marcar ese día en nuestros calendarios como el ¿Megaupload Friday" la fecha en que internet tembló por los gritos (silenciosos) de protesta de los internautas? (haciendo referencia a aquel viernes 2 de Abril de 1993 en el que la Bolsa de Nueva York se tambaleó ante el anuncio de una bajada de precios de Marlboro, el ¿Marlboro Friday¿).