Brand marketing y las Estrellas de la TV

Volamos al Reino Unido, a las revueltas ocurridas en sus calles en agosto y en todo lo que tiene que ver la creación de una marca con ello. El campo del marketing ha sido sometido a escrutinio público y culpado de llevar a esta sociedad hacia un estado de puro materialismo, afirmando que los asaltos a comercios se hicieron motivados por el deseo de poseer unas zapatillas Nike o una televisión Sony.

Es indudable que tas técnicas de marketing tienen poder sobre nosotros y nuestras decisiones de compra, sino, ¿por qué nos compramos un pantalón vaquero de tal o cual marca, en lugar de unos del mercadillo de nuestro barrio? Está claro, el posicionamiento de esa marca está trabajado y comunicado a conciencia de forma profesional. De hecho, eso es lo que se supone que tiene que hacer el marketing; con frecuencia nos olvidamos que también hace cosas buenas, posiblemente muchas más que malas, ya que gracias a la acción de estos profesionales las empresas venden y si venden producen, y si producen necesitan trabajadores, es decir, crean puestos de trabajo que son al mismo tiempo consumidores que le comprarán a otras empresas y vuelta a empezar.

Queremos decir con todo esto que, echarle la culpa al marketing de todos los problemas de la sociedad no tiene ningún sentido; grandes marcas como Inditex o Procter & Gamble, por nombrar alguna, están devolviendo parte de sus ganancias a la sociedad, bien a través de sus programas de Responsabilidad Social, bien a través de iniciativas que contribuyan a mejorar las comunidades en las que participan y eso, también son acciones de marketing.

Es posible que tengamos que buscar los motivos de los problemas mencionados en este post, en el tipo de educación y de modelos de conducta que estamos ofreciendo a la gente más joven: ¿a quiénes elevamos a la categoría de estrellas televisivas? en el Reino Unido y, con probabilidad, en muchos más países de Europa, cuando se le pregunta a un niño qué quiere ser de mayor, responde que futbolista o estrella de un reality... El debate está servido.