Marcas sin denominación de origen

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Por Avelina Frías Visto desde la vieja lógica comercial, el producto nace primero y después se convierte en una marca, sin embargo esto ya no es siempre una regla. Ahora que el desarrollo de marcas está tan de moda en todo el mundo, un empresario astuto puede deliberadamente crear una marca y posteriormente buscar los productos que encajen en ella.

Originalmente una marca representaba la garantía y calidad de los productos, pero ahora en la mayoría de los casos, no hay una conexión geográfica de donde se fabrican o venden los productos. Marcas de moda como Dior, Gucci, and DKNY productos franceses, italianos y americanos respectivamente, ¿Alguien sabe realmente donde son elaborados? y nos preguntamos si realmente ¿hay alguien a quien le importe?.

Hoy en día tiene muy poca importancia el que el iPod de Apple sea manufacturado en China, posiblemente justo en frente de una fábrica que elabora replicas de ropa italiana, productos de cuidado personal o camisetas desechables. Si la calidad del producto se mantiene, importa muy poco si Apple decide cambiar el lugar de fabricación. Como ocurre con las marcas más importantes, no importa el lugar donde son fabricados los productos, sino el valor añadido que brinda el usar tal o cual marca. En realidad lo que vende Apple es identidad y prestigio.

Por otro lado, hay marcas que están muy ligadas a su lugar de origen, y por lo mismo, explotan este nicho como un valor de identidad. Por ejemplo, durante generaciones nos ha dicho el lugar de origen del whiskey Jack Daniels es Lynchburg, Tennesee. Otras garantías de origen en marcas famosas como las del Champagne impulsan su prestigio y valor por el lugar de elaboración. En otras palabras, el origen de su producción, es una parte esencial y fundamental de la marca.

El origen quizás esté perdiendo esta importancia, pero aún significa mucho para las marcas mundiales al momento de crear identidades. El futuro en este sentido es una fusión de lo local con lo global, la creación de un sitio ¿glocal¿ será crucial para el futuro de las marcas.